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DSC00646El Cannabis (cannabis sativa) es una planta anual, fibrosa de la familia Cannabaceae que tiene propiedades psicoactivas. Es fuente de fibra textil, aceite de semillas, alimento además de su efecto psicotrópico y herramienta de carácter “espiritual”. Contiene aproximadamente 60 cannabinoides de los cuales la principal sustancia psicoactiva es el Tetrahidrocannabinol (THC).

 

 Cannabis estructura molec    
 Estructura molecular de THC  

Los principales cannabinoides son:

          • Tetrahidrocannabinol (THC)

          • Cannabigerol

          • Cannabinol

          • Cannabichromene

          • Cannabidiol

          • Acido Cannabinoide, etc.

El contenido de THC varía según el producto de la planta que se consuma, así como la forma de consumir esta droga

marihuana

Contenido de THC

Porcentaje*

Patrón de Consumo /Vías de administración

Marihuana (Hierba de cannabis)

0.5-5 (25)

  • Usualmente fumada (0.5 a 1 gramo de picadura)

Cannabis resina (hachís)

2-10 (40)

  • Fumada sola o mezclada con tabaco
  • Tomada con alimentos o en té

Cannabis aceite (aceite de hachís)

10-30 (80)

  • Fumado (1 o 2 gotas en tabaco)
  • Ingestión oral

 *Nota: Las cifras que aparecen entre paréntesis se refieren a contenido de THC en cultivo hidropónico, que produce hasta 4 cosechas por año.

MARIHUANA O CANNABIS

Es una mezcla café verdosa de flores, tallos, semillas y hojas secas y picadas de la planta del cáñamo Cannabis sativa, que generalmente se fuma en forma de cigarrillo (porros, canutos, churros o en inglés "joints"), o en pipa ("bong"). También se la fuma en "blunts", que son puros o cigarros a los que se les saca el tabaco y se los rellena con marihuana, a menudo mezclada con otra droga. También se puede usar mezclada con la comida o como una infusión. Su forma más concentrada y resinosa se llama hachís y como líquido negro pegajoso se conoce como aceite de hachís. El humo de la marihuana tiene un olor característico, que es usualmente agridulce. Hay innumerables términos callejeros para la marihuana incluyendo hierba, pasto, maría. 

El cannabis se produce en casi todos los países del mundo y es la droga más consumida a nivel mundial. También hay indicios de que el número de personas que requiere tratamiento por consumo de cannabis está aumentando en la mayoría regiones. La evidencia sugiere que más usuarios de drogas están sufriendo de trastornos por consumo de cannabis, y existe una creciente evidencia de que el cannabis puede ser cada vez más perjudicial. Esto se refleja en la alta proporción de personas que inician un tratamiento por primera vez por los trastornos derivados del consumo de cannabis en Europa, América del Norte y Oceanía.[1]

Farmacología:

El principal ingrediente activo en la marihuana es el delta-9-tetrahidrocannabinol, conocido como THC, por sus siglas en inglés. Las membranas de ciertas células nerviosas en el cerebro contienen receptores de proteína que captan el THC. Una vez que el THC se une al receptor, el TCH lanza una serie de reacciones celulares que llevan al "high" o euforia que los usuarios experimentan cuando fuman marihuana.  

Efectos en el cerebro  

Cuando una persona fuma marihuana, el THC pasa rápidamente de los pulmones a la corriente sanguínea que transporta el químico a los órganos en todo el cuerpo, incluyendo el cerebro.  En el cerebro, el THC se conecta a sitios específicos en las células nerviosas llamados receptores de cannabinoides, e influye en la actividad de dichas células. Algunas áreas del cerebro tienen muchos receptores de cannabinoides; otras tienen pocos o ninguno. Muchos receptores de cannabinoides se encuentran en las partes del cerebro que influyen en el placer, la memoria, el pensamiento, la concentración, las percepciones sensoriales y del tiempo, y en el movimiento coordinado.  Los efectos a corto plazo del uso de la marihuana pueden incluir problemas de la memoria y el aprendizaje; percepción distorsionada; dificultades para pensar y solucionar problemas; pérdida de la coordinación; y un aumento del ritmo cardiaco. Los hallazgos de las investigaciones sobre el uso crónico de la marihuana indican que hay algunos cambios en el cerebro similares a aquellos que se ven después del uso a largo plazo de otras drogas de abuso. Por ejemplo, la interrupción de la administración de cannabinoides (el THC o formas sintéticas del THC) a animales que han sido expuestos crónicamente al químico, produce un aumento en la activación del sistema de repuesta al estrés y cambios en la actividad de las células nerviosas que contienen dopamina. Las neuronas que contienen dopamina están involucradas en la regulación de la motivación y la compensación, y están directamente o indirectamente afectadas por todas las drogas de abuso. 

Efectos en el corazón

Existe el riesgo de que un usuario sufra un ataque al corazón debido a los efectos de la marihuana sobre la presión arterial y el ritmo cardíaco y la reducción en la capacidad de la sangre para transportar oxígeno ukviagras.com.

Efectos en los pulmones

Aún el uso infrecuente puede causar irritación y ardor en la boca y en la garganta, a menudo acompañados de una tos fuerte. Alguien que fuma marihuana regularmente puede tener muchos de los problemas respiratorios que tienen los fumadores de tabaco, como tos y producción de flema a diario, mayor frecuencia de enfermedades agudas del pecho, riesgo mayor de infecciones pulmonares, y mayor tendencia a la obstrucción de las vías respiratorias. Un estudio que comparó 173 pacientes con cáncer de la cabeza o del cuello y 176 personas saludables estableció fuerte evidencia de que el fumar marihuana duplica o triplica el riesgo de estos tipos de cáncer.  El uso de la marihuana también tiene el potencial para promover el cáncer de los pulmones y otras partes de las vías respiratorias debido a los irritantes y carcinógenos que contiene. De hecho, el humo de la marihuana contiene entre 50 y 70 por ciento más hidrocarburos carcinógenos que el humo del tabaco. También produce altos niveles de una enzima que convierte ciertos hidrocarburos a su forma carcinógena, niveles que pueden acelerar los cambios que finalmente producen las células malignas. Los usuarios de marihuana generalmente inhalan más profundamente y sostienen su respiración más tiempo que los fumadores de tabaco, lo que aumenta la exposición de los pulmones al humo carcinógeno. Estos hechos sugieren que, fumada por fumada, la marihuana puede aumentar el riesgo de cáncer aún más que el tabaco.

Otros efectos en la salud

Algunos de los efectos adversos de la marihuana en la salud pueden ocurrir porque el THC deteriora la habilidad del sistema inmunológico para combatir enfermedades infecciosas y el cáncer. En experimentos de laboratorio exponiendo células animales y humanas al THC, o a otros ingredientes de la marihuana, se encontró que las reacciones normales de prevención de enfermedades estaban inhibidas en muchos tipos clave de células inmunológicas. En otros estudios, los ratones expuestos al THC o a sustancias relacionadas tenían más probabilidad de desarrollar infecciones bacterianas y tumores que los ratones no expuestos.

Efectos en el aprendizaje y la conducta social  

La depresión, la ansiedad, y las alteraciones en la personalidad han sido asociadas con el uso de marihuana. Las investigaciones demuestran claramente que la marihuana tiene el potencial de causar problemas en la vida cotidiana o empeorar los problemas actuales del usuario. Ya que la marihuana afecta la habilidad para aprender y recordar información, mientras más marihuana use una persona, mayor es la probabilidad de que se retrase en la adquisición de habilidades intelectuales, laborales o sociales. Es más, las investigaciones han demostrado que el impacto adverso de la marihuana sobre la memoria y el aprendizaje puede durar días o semanas después de que los efectos agudos de la droga han desaparecido.  Un estudio de 129 estudiantes universitarios encontró que en los usuarios determinados de marihuana (aquellos que fumaron la droga por lo menos 27 de los 30 días anteriores), las habilidades críticas relacionadas a la atención, memoria y aprendizaje sufrieron un deterioro significante aún después de no haber usado la droga por lo menos 24 horas.[2] Los usuarios establecidos de marihuana queparticiparon en el estudio tuvieron más problemas para mantener o cambiar la atención, así como para registrar, organizar y usar la información, que los participantes del estudio que habían usado marihuana durante no más de 3 de los 30 días anteriores. Por lo tanto, alguien que fuma marihuana todos los días puede estar funcionando continuamente a un nivel intelectual reducido.  Más recientemente, tomando un grupo de usuarios de marihuana, los mismos investigadores demostraron que su habilidad para recordarpalabras de una lista continuó deteriorada una semana después de haber dejado de usar la marihuana, pero se normalizó a las cuatro semanas. Por lo tanto, es posible que algunas habilidades cognitivas se puedan restaurar en las personas que dejen de fumar marihuana, aún después de un uso arraigado por largo tiempo.  Varios estudios asocian el hábito de fumar marihuana de un trabajador con un aumento en las ausencias, retrasos, accidentes, reclamos al seguro ocupacional, y cambios de trabajo; se ha encontrado que los empleados que usaban marihuana dentro o fuera del trabajo reportaron más "comportamientos de aislamiento" (como dejar el trabajo sin permiso, soñar despierto, usar el tiempo de trabajo para asuntos personales, y evadir sus responsabilidades laborales), que afectan adversamente la productividad y la moral. En otro estudio, los usuarios de marihuana reportaron que el uso de la droga perjudicaba varias medidas importantes del rendimiento en la vida incluyendo las habilidades cognitivas, el estatus profesional, la vida social, y la salud física y mental.[3]

Efectos en el embarazo

Las investigaciones han demostrado que los bebés nacidos de mujeres que usaron marihuana durante sus embarazos muestran respuestas alteradas a estímulos visuales, trémulo acrecentado, y llanto agudo, lo que puede indicar problemas con el desarrollo neurológico. Durante la infancia y los años pre-escolares, se ha observado que los niños expuestos a la marihuana tienen más problemas de conducta y más dificultad para realizar tareas de percepción visual, comprensión de lenguaje, atención sostenida, y de memoria. En el colegio, estos niños tienden a exhibir un déficit en sus habilidades para tomar decisiones, su memoria y su capacidad para permanecer atentos.

Potencial de adicción

El uso a largo plazo de la marihuana puede llevar a algunas personas a la adicción; es decir, a usar la droga compulsivamente, aún cuando interfiere con las actividades familiares, en la escuela, el trabajo y las recreativas. El deseo por la droga y los síntomas del síndrome de abstinencia pueden hacer que los fumadores de marihuana a largo plazo tengan problemas para dejar de usar la droga. Las personas que tratan de dejarla reportan irritabilidad, dificultad para dormir y ansiedad. En las pruebas psicológicas, también muestran un aumento en la agresividad que llega a su punto máximo aproximadamente una semana después de haber usado la droga por última vez.

Vulnerabilidad genética

Los científicos han encontrado que la genética puede influir en que una persona tenga sensaciones positivas o negativas después de haber fumado marihuana. Un estudio de 1997 mostró que gemelos varones idénticos tenían más probabilidad de reportar respuestas similares al uso de la marihuana que gemelos varones fraternales (no idénticos), lo que indica que hay una base genética para sus respuestas a la droga. (Los gemelos idénticos comparten todos sus genes.) También se descubrió que el ambiente familiar o aquel que los gemelos compartían antes de cumplir los 18 años no tenía influencia alguna discernible en sus respuestas a la marihuana. Sin embargo, se encontró que ciertos factores ambientales como la disponibilidad de lamarihuana, las expectativas sobre cómo la droga les afectaría, la influencia de los amigos y los contactos sociales, y otros factores que diferencian las experiencias de los gemelos idénticos tienen un efecto importante. 

Tratamientos para el abuso de la marihuana

Un estudio de los usuarios adultos de marihuana encontró que había beneficios similares entre un tratamiento de 14 sesiones de terapia cognitiva-conductual realizada en grupo y un tratamiento de 2 sesiones individuales que incluía entrevistas de motivación y consejos sobre cómo reducir el uso de la marihuana. La mayoría de participantes eran hombres de alrededor de 30 años, que habían fumado marihuana a diario por más de 10 años. Al aumentar el conocimiento de los pacientes sobre los factores que fomentan el uso de la marihuana, ambos tratamientos buscaban ayudar a los pacientes a crear estrategias para evitar este comportamiento. El uso, los síntomas de dependencia y los problemas psicosociales disminuyeron por lo menos por un año después de ambos tratamientos. Alrededor del 30 por ciento de los usuarios mantuvieron la abstinencia durante el último período de 3 meses de seguimiento.[4]  Otro estudio sugiere que darles incentivos a los pacientes en forma de vales o comprobantes que pueden canjear por bienes como boletos para el cine, equipos de deportes o entrenamiento vocacional, puede mejorar los resultados del tratamiento.[5]  Aunque actualmente no existen medicamentos para tratar el abuso de la marihuana, los descubrimientos recientes sobre cómo trabajan los receptores del THC han aumentado la posibilidad de eventualmente desarrollar un medicamento que bloquee los efectos intoxicantes del THC. Tal medicamento podría utilizarse para prevenir una recaída en el abuso de la marihuana al reducir o eliminar su atractivo.

[1] United Nations Office on Drugs and Crime (ONUDC), World Drug Report 2015, United Nations, May 2015.
[2] Pope HG, Yurgelun-Todd D: The residual cognitive effects of heavy marijuana use in college students. JAMA 272(7):521-527, 1996.
[3] Gruber, AJ, Pope HG, Hudson HI, Yurgelun-Todd D: Attributes of long-term heavy cannabis users: A case control study. Psychological Medicine 33:1415-1422, 2003.
[4] Stephens RS, Roffman RA, Curtin L: Comparison of extended versus brief treatments for marijuana use. J Consult Clin Psychol 68(5):898-908, 2000.
[5] Budney AJ, Higgins ST, Radonovich KJ, y colegas: Adding voucher-based incentives to coping skills and motivational enhancement improves outcomes during treatment for marijuana dependence. J Consult Clin Psychol 68(6):1051-1061, 2000.

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